lunes, 17 de mayo de 2010

SITUACION ACTUAL

Actualmente, una gran cantidad de países del mundo permiten el aborto libremente o bajo ciertas circunstancias, coincidiendo con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud[cita requerida]. El tratamiento legislativo que se le ha dado al aborto varía enormemente de un país a otro; así, algunos ordenamientos jurídicos consideran al aborto como un tipo de delito de gravedad inferior al infanticidio, aunque permiten su realización con ciertos requisitos, y unos pocos sancionan el aborto de modo total y sin admitir excepción alguna.

El 25% de la población mundial vive en 54 países que lo prohíben completamente o lo permiten sólo para salvar la vida de la mujer. Entre los países que sancionan el aborto de modo total y sin admitir excepción alguna se encuentran: El Salvador, Honduras, Chile, Filipinas, Somalia, Andorra, Vaticano, Malta, Luxemburgo e Irlanda. Estos países que han decidido la penalización absoluta son hoy una minoría en la comunidad internacional. El principal argumento en estos países es que se considera más importante el derecho a la vida del no-nato –que debe ser protegido por el Estado–, que el derecho a abortar de la mujer.

El 62% de la población mundial vive en 55 países donde el aborto inducido está permitido, ya sea sin restricciones en cuanto a su causa; ya sea por una causal salud, es decir por motivos terapéuticos, quirúrgicos, eugenésicos, sentimentales, y hasta por razones socioeconómicas. Adicionalmente, algunas legislaciones establecen requisitos previos, tales como períodos de espera, la provisión de información, la opinión de varios médicos, o la notificación al cónyuge o a los padres de la embarazada o lo admiten sin restricciones, como Canadá (un cuadro comparativo de las legislaciones nacionales aparece más abajo).

Cabe advertir que la no punibilidad del aborto no significa que necesariamente en estos países el aborto sea más frecuente que en los que sí lo castigan ; se estima que una educación sexual masiva y un amplio acceso a métodos anticonceptivos favorece que ocurran pocos abortos[cita requerida]. Un ejemplo de esto es Holanda, que es el país con menor frecuencia de abortos del mundo (12,7% de los embarazos).
Sectores Pro-vida sostienen que esta relación no se cumple en todos los casos, señalando como ejemplo el caso del Reino Unido (cuya tasa de abortos es del orden del 22,8% de los embarazos) donde desde 1967, año de aprobación de la Abortion Act, la tasa de abortos sobre el número de nacidos vivos ha aumentado continuamente, unos seis millones de abortos desde la aprobación de la Abortion Act hasta 2004.

Existe una polémica sobre la verificalidad de las cifras –que podrían ser muy inferiores a las reales– dado que en muchos países donde el aborto es legal, existe el privilegio jurídico de secreto entre paciente y médico, por lo que en muchos casos, los abortos no serían reportados; mientras en los países donde es ilegal, las cifras solo pueden basarse en estimaciones.

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